Investigaciones de Antoine Lavoisier sobre la transmutación del agua en tierra
Instrucciones: lee la siguiente investigación científica, después analiza cuáles fueron las observaciones realizadas, el problema a resolver, la hipótesis planteada, la experimentación y los resultados obtenidos, para finalmente llegar a las conclusiones que aprueban o rechazan la hipótesis.
Posteriormente, resuelve el ejercicio propuesto.
El químico Antoine Lavoisier (1743-1794) fue reconocido por llevar a cabo cuidadosas mediciones desde el inicio de sus investigaciones. Esta práctica le sirvió para dar explicación a diferentes cambios químicos y derribar antiguas teorías.
Por el año de 1770, aún se tenía la idea de los elementos conocidos desde los antiguos griegos, estos eran: aire, fuego, tierra y agua.
Además, se creía que, mediante el fenómeno denominado transmutación, estos elementos podían convertirse unos en otros.
Por ejemplo, si se calentaba por mucho tiempo el agua, entonces se transmutaba en el elemento tierra, por los residuos que dejaba en los recipientes.
Figura II.1. Antoine Lavoisier. Obtenida de flickr.com (CC BY 2.0)
Con esta idea de la transmutación en la mente, a Lavoisier probó calentando durante varios días agua en recipientes de cristal para ver si ocurría esta transformación.
Lo que observó en cada una de las pruebas fue que sí aparecía un depósito sólido al evaporarse el agua, en cada una de las pruebas.
Al inicio, la explicación de que el agua se hubiera transformado en tierra, le pareció creíble al mismo Lavoisier.
Al observar esto, planteó como hipótesis que, si el agua se transmuta en tierra, entonces el sedimento obtenido al final (la "tierra") deberá tener el mismo peso que tenía el agua en un inicio.
Lavoisier experimentó hirviendo agua durante 101 días en un aparato que condensaba el vapor y lo devolvía al matraz, para garantizar que no se perdiera nada del agua.
Tuvo el cuidado de pesar el agua y el recipiente antes de realizar el experimento y después del periodo de ebullición.
Fotografía II.2. Agua en matraz. Obtenida de flick.com (CC BY-NC-ND 2.0)
Los resultados que obtuvo fueron que el sedimento nuevamente apareció, pero notó que el peso del agua seguía siendo el mismo, a pesar de todo el tiempo que estuvo hirviendo.
El concluyó que el sedimento no pudo haberse originado del agua, puesto que esta no modificó su peso. Por lo tanto, el agua no se había convertido en tierra.
Pensó que, entonces, el sedimento tuvo que haberse originado de otro lugar.
Después, se le ocurrió pesar el recipiente de vidrio (sin el agua ni el sedimento) y observó que el frasco sí había perdido peso.
Fotografía II.3. Agua hirviendo. Obtenida de flickr.com (CC BY 2.0)